29 mayo 2013

De la que no sabe nada.




Andaba yo en mi casa  rodeada de apuntes de la Uned y con la mente puesta en el próximo Confetti, y con una tristeza terrible porque este tiempo madrileño es un rollo y tal pascual y me digo a mi misma, abre el periódico que seguro que ha ocurrido algo con lo que te puedes  indignar  y por lo menos te quejas un rato que te gusta y animas el blog.

Pues fíjate tú, que con la de cosas que están pasando como siempre, me llama la atención la noticia de que ahora va a existir el 4G.

La obsolescencia programada es un fail comparado con la rapidez con la que los móviles e Internet desechan continuamente aquello que tres meses antes era LO MÁS.

Como “pequeño zote encantador” de las nuevas tecnologías que soy,  yo me suelo enterar de las cosas por mis allegados que saben todos un montón y se enteran de todas las cosas de apps y cosas de esas y luego con paciencia me lo explican a mí.

Como no teníamos bastante con ser los europeos que más cara pagan la banda ancha (PRINGADOS) a ver que se inventan ahora las compañías de este país para que tengamos que dejarnos un riñón. Porque si antes iban con el rollo de “te dejamos este súper móvil a 0 euros estoy que lo tiro bueno bonito barato” cuando todos sabíamos que con el clavazo de tarifa ya estabas pagando el teléfono y las vacaciones de todo el departamento de administración de la empresa, ahora, que son sinceros y te dejan pagar tu nuevo súper móvil en cómodos plazos junto con la tarifa, pues ahora tendrán que buscarse otra manera de dar la cuchillada ¿no?

Hay opciones y yo os voy a contar la mía.

A mí el 4G no creo que me haga más feliz, ni más guapa, ni más lista, ni que me busque un novio con yate, ni ná de ná, aclarado esto, me planteo que realmente no necesito para nada el 4G aunque ahora sea gratis (porque luego guapos lo van a cobrar con un plus de 9 euros al mes en tu factura), ni tampoco necesito que una compañía telefónica me haga sentir que le debo la felicidad de mi vida cuando no es así.


Así que esta menda, que pierde su permanencia con unos ladrones en el mes de julio, se va a comprar un móvil en propiedad y luego se va a ir a la compañía más sensata/menos ladrona/más sincera  que encuentre. Y tan tranquilamente.

Silvia Piquer.

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